martes, 17 de junio de 2008

Navegar solo ... o no tan solo.

El navegar solo y a traición se va convirtiendo en navegar acompañado. Y no solo por los que salen con uno.

El jueves, de nuevo salí a navegar entre semana. Esta vez, de forma premeditada con Jose y Victor.

A su marcha.

Y cada vez vez hay más gente en el agua. Como los amiguetes del hinchable de la foto.

"¿Me conoces? ¿Te acuerdas de mí?"

¡Claro! 10 años, 20 kilos y disfrazado de marinero pero me acuerdo.

Después de la "Explicación de la Falla" sobre el club de kayak y sus rollos, seguimos nuestro camino cada uno por su lado.

Cada vez somos más. Aún queda tiempo para que eso sea un problema. De momento, animemos a la gente a navegar.

Lo que me gustaría es acordarme del nombre de todas las personas que conozco o he conocido alguna vez.

Pero si no me acuerdo de las revisiones del médico de mi hija que es lo que más quiero en el mundo (menos mal que llamas y te dan otra cita) como me voy a acordar de cualquier otra cosa más secundaria.

Disfrutemos del verano.

2 comentarios:

  1. Key, yo soy incapaz de acordarme de los que hicieron la comunión conmigo. Recordamos a las personas porque están relacionadas con algún hecho destacable almacenado en algún pliegue del córtex. Yo lo paso fatal cuando algunos intentan hacerme recordar su existencia en algún momento puntual de mi vida. Qué pena me dio no acordarme de uno que decía que siempre intercambiábamos los cromos en el recreo...

    ResponderEliminar
  2. Sí, nuestro cerebro es un cabrocente

    se acuerda solo de lo que quiere

    aunque no quieras

    o quieras

    ResponderEliminar

Introduce tu comentario. Quedará publicado automáticamente.

Tiempo Canet d'En Berenguer