El sábado me subí a la Aquanaut Low Volume Enthusiast.
Parece mentira la sensación de estabilidad que aportan los 3 centímetros adicionales y el ligero aumento de volumen posterior.
Y eché de menos mi compás delante del tambucho delantero. Sera una tontería. Pero me gusta verlo ahí.
Va realmente bien.
El dia empezó con unas gotas amenazadoras que dieron paso a un Gregal de fuerza 4 que me dio la prueba de que el Aquanaut es un buen cacharro para sentirse seguro y estable dentro del agua cuando la ola es gorda y el viento fuerte..
Las paladas cunden menos. Se da uno cuenta nada mas subir. Misma pala, misma persona. Las paladas no dan la misma velocidad al Aquanaut que al Nordkapp.
Maniobrabilidad perfecta. Surf sobre carriles. Un buen trasto.
Salida a la playa para cambiar monturas con Javier.
Me sigue emocionando que los niños se agolpen alrededor del kayak interrogándome sobre nuestra procedencia, destino y todas esas cosas que nos deberían importar, ver sus caras sonrientes alrededor nuestro.
Vuelta adentro en línea recta hasta sobrepasar la linea de boyas pegando pantocazos y disfrutando los rociones en la cara y todo recto rumbo 30 hasta Puerto Siles.
Contra viento (que ha arreciado) y marea hasta la playita sur del puerto, que esta resguardada y nos sirve para jugar a las palas musicales (que desnudo me siento sin mi Werner) y hacer unas prácticas de apoyos en fondo, como preambulo al esquimotaje.
No hay forma. Hay un punto sin retorno a partir del cual me doy la vuelta y me toca abandonar el barco.
Alguien me tendrá que contar el secreto del retorno a la verticalidad y del sculling lateral sin apoyo en fondo. Pienso que eso me hara feliz. Durante un tiempo. En mi camino hacia el esquimotaje.
Seguiremos probando.
Parece mentira la sensación de estabilidad que aportan los 3 centímetros adicionales y el ligero aumento de volumen posterior.
Y eché de menos mi compás delante del tambucho delantero. Sera una tontería. Pero me gusta verlo ahí.
Va realmente bien.
El dia empezó con unas gotas amenazadoras que dieron paso a un Gregal de fuerza 4 que me dio la prueba de que el Aquanaut es un buen cacharro para sentirse seguro y estable dentro del agua cuando la ola es gorda y el viento fuerte..
Las paladas cunden menos. Se da uno cuenta nada mas subir. Misma pala, misma persona. Las paladas no dan la misma velocidad al Aquanaut que al Nordkapp.
Maniobrabilidad perfecta. Surf sobre carriles. Un buen trasto.
Salida a la playa para cambiar monturas con Javier.
Me sigue emocionando que los niños se agolpen alrededor del kayak interrogándome sobre nuestra procedencia, destino y todas esas cosas que nos deberían importar, ver sus caras sonrientes alrededor nuestro.
Vuelta adentro en línea recta hasta sobrepasar la linea de boyas pegando pantocazos y disfrutando los rociones en la cara y todo recto rumbo 30 hasta Puerto Siles.
Contra viento (que ha arreciado) y marea hasta la playita sur del puerto, que esta resguardada y nos sirve para jugar a las palas musicales (que desnudo me siento sin mi Werner) y hacer unas prácticas de apoyos en fondo, como preambulo al esquimotaje.
No hay forma. Hay un punto sin retorno a partir del cual me doy la vuelta y me toca abandonar el barco.
Alguien me tendrá que contar el secreto del retorno a la verticalidad y del sculling lateral sin apoyo en fondo. Pienso que eso me hara feliz. Durante un tiempo. En mi camino hacia el esquimotaje.
Seguiremos probando.
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