miércoles, 7 de noviembre de 2007

1 ... 2 ... 3 ... 4 ... 5 ...6 ... 7 ... 8 ... ¡Maaaaaambo!

Mi media naranja se enteró de que lo quería. Y sabe como me gustan las sorpresas.

Yo mismo no sé porqué me decidí por ese kayak. Posiblemente porque era el que tenían en la tienda de la esquina.

Yola, buscó financiación y mano de obra especializada para subir el Mambo a nuestro tercer piso por la escalera y meterlo junto con la pala en la ducha de su baño.

Y el día de Reyes estaba ahí. Fue un estupendo regalo en un estupendo día.

Como comprobaría más adelante, es un kayak perfecto para iniciarse. Es comodísimo (siempre que lleves riñonera) e involcable. Todo lo que se puede pedir la primera vez que subes a un kayak.

Un rato después, en casa de mi suegra, llegarían el chaleco y el casco.

Si no hubiera sido el 6 de Enero y hubiera que ir a comer me hubiera ido a estrenarlo todo. ¡Y de regalo una pulmonía!

Y ahora ¿Qué?

Parece que el kayak sea todo lo que hace falta para navegar.

Sólo es la única pieza imprescindible. Y sólo una más de las necesarias.

A ver. Salgamos de casa. ¡Hop! Una baca. Busquemos la de la marca del coche. Lento y caro. Vayamos a la tienda de la esquina. ¡Ejem! “Otra” tienda de la esquina. Aunque en ocasiones valdría la misma. Una baca Cruz para el Land Cruiser.

Y yo me pregunto: ¿Porqué busque una baca para el Land Cruser inicialmente en vez de una para el Clio? Respuesta, y cito textualmente: “Yo que sé” (Warren Sánchez)

Lleguemos a la playa: ¡¡Frio!!

Hay que agenciarse un neopreno de surfero. Nuevo viaje a la tienda de la esquina. ¡Ejem! La “primera” tienda de la esquina. Un neopreno de surfero y unos escarpines. Para autovaciable recomendable con suela durita.

Ya estamos en disposición de ir a navegar. Solo faltan unas cinchas. Cuanto más anchas, mejor.

El estreno.

No recuerdo donde ni cuando lo estrené. Pero recuerdo que era un dia de esos de invierno que ya los quisiera para sí el verano.

2 comentarios:

  1. "Yola, buscó financiación y mano de obra especializada para subir el Mambo a nuestro tercer piso por la escalera y meterlo junto con la pala en la ducha de su baño.


    Y el día de Reyes estaba ahí. Fue un estupendo regalo en un estupendo día."


    es lo mas bonito que he leido en mucho tiempo, cuida a esa chavala...

    sniff

    sniff

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  2. :) Jejeje recuerdo que cuando fui a comprarlo pense de repente... "cómo piiiiiiiiiiiiiii lo subo hasta casa y don de piiiiiiiiiiiiiiiiiiii escondo este muerto??????" Y se hizo la luz: la carita de mi querido Pepe aparecio en mi mente: perfecto. Recuerdo k cdo lo llame me dijo algo asi komo: "mi mujer no me hace estos regalos" jajajajaja.

    Carlos, a esta chavala su chico la cuida mucho y muy bien (aunk siempre se pude mejorar, jejeje), pero valió la pena ver su carita el dia de reyes...

    Y por cierto Pepe: muchas gracias... k ya no recuerdo si te las di ese dia, pero mas vale tarde que nunca.

    Yola.

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