No falla. La empresa nos manda una semanita a casa para ... en fin, una semanita a casa y el temporal de poniente se recrudece.
Por si se mantuviera en niveles aceptables para navegar pegadito a la orilla, y después de más de un mes desde mi última salida, el lunes me pertrecho y me voy para allá todo decidido.
Preparo el kayak, me deslomo (aún estoy desriñonao, desringlao en panocho) para llevar el kayak al punto de lanzamiento y me echo al agua. Enfilo con decisión la bocana. Y cuando estoy saliendo del puerto constato la verdadera magnitud del tema.
Media vuelta. Intento de vuelco. Golpe contra las piedras. Recuperación, Entrada a puerto casi al surf.
Y ya metidos en harina, y dado que este no es el puerto de Hamburgo (donde deben comer muchas hamburguesas), decido recorrer todos los amarres para por lo menos hacer un poco de ejercicio ya que estaba allí. Nadie iba a salir ni entrar. Ya sé que está prohibido. Pero hasta los responsable entendieron que ese lunes por la mañana no iba a molestar a nadie.
Media horita de paleo para matar el mono un pco. Recoger. Y a casa. El de la foto fue el único paisaje que ¿disfruté?
domingo, 15 de febrero de 2009
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