Cumpliendo promesas

Tal y como aventuré en mi última entrada, intento no dejar pasar tiempo antes de publicar una nueva entrada para, aunque no he acometido ningún nuevo periplo, comentar que voy a recorrer la Via Verde de Ojos Negros, o lo que queda de ella y lo que nos inventemos de principio a fin más lo que falte hasta mi casa.

La foto corresponde al punto final de la Via Verde. Hasta el momento.

Hay proyectos que hablan de su unión con la Via Xurra para así prolongar el camino hasta Valencia Capital pero yo no veo movimiento real en ese sentido. Igual he mirado poco, pero si alguien puede aportar información los comentarios están al alcance de cualquiera.

La expedición es estilo inglés. En castellano se dice comúnmente "que no nos falte de ná".

Para el que no sepa lo que es una expedición estilo inglés y le guste reírse a carcajada batiente le recomiendo las lecturas de "Tres ingleses en Alemania" o "Tres hombres en una barca" de Jerome K. Jerome, o bien, cualquiera de los geniales libros del tristemente fallecido Gerald Durrell, zoólogo y capturador de animales a lo largo y ancho del largo y ancho mundo.

Resumidamente, y dado que la edad media de la expedición brinca de los 60 años bien cumplidos, que puede elevarse considerando la edad de las bicicletas en el cálculo, se trata de bajar la Via en bicicleta pero sin  privaciones ni sacrificios, más allá de los deportivos y la separación siempre dolorosa de las respectivas familias y amigos.

Tenemos un autobús para subir personas y monturas a Ojos Negros.

Una furgoneta alquilada para llevar equipajes, avituallamiento y hacer de coche escoba si se tercia.

Y reservas en hoteles para hacer las escalas en camas normales y corrientes con almohadas y sábanas normales y corrientes.

Para un friki amante de la parafernalia y la impedimenta esta no es el tipo de expedición con la que me hubiera gustado volver a dormir fuera de casa. Pero pienso vivir unos años más y creo que habrá tiempo para todo.

Voy con amigos, familiares y desconocidos. No todo a la vez.

Y espero que los desconocidos pasen cerca de la primera categoría al acabar.

Hoy no da para más. En próximas entradas detallaré más sobre este proyecto que me llena de ilusión como a un niño la Noche de Reyes.