Y correr ...

Hace unos meses que llegué a un peso "de crucero".

Un día me puse las zapatillas de mi media naranja (las últimas mías se aburrieron de esperar, tanto que la suela discutió con el cuerpo y se fueron cada uno por un lado) y me fui a correr.

Corrí un poco. Volví a mi casa y escuché mi cuerpo unos días. Por supuesto me duché e hice más cosas.

No oí nada.

Por eso salí otro día para correr un poco más. Fui a la playa y volví. Paré a estirar muchas veces. A hacer abdominales. Abominables. Y otras cosas.

Y escuché mi cuerpo. Lo que oí estaba bien.

Un par de veces más tarde ya hice micasa-laplaya sin escalas ni paradas.

No es ningún gran éxito hacer 4,5 km en 40 minutos. Ya me olía algo.

Pero para mí sí.

Hoy he hecho aproximadamente 7,7 km en 1:14:14.

Tampoco es ningún gran éxito. Aunque para mí sí.

Ya sé que estoy lejísimos de mi amigo Suso y de otras estrellas más mundanas.

Pero he despegado. Cuando miro la página de Suso, de Fran y otras personas que me sirven de inspiración sé que no puedo llegar a esos niveles que son de ilusión Disney para mí.

Pero ya sabes: Apunta alto y llegarás lejos.

Estoy ilusionado con esta nueva droga que abandoné hace más de veinte años y hoy se me antoja como si no la hubiera conocido nunca.

Seguiremos informando.