viernes, 2 de enero de 2015

2015 - Blog casi anual ya

Adiós 2014, ojalá el último de varios años desastrosos in crescendo.

Hola 2015, ojalá el primero de muchos años venturosos ad libitum.

El cambio es contínuo. Cuando el cambio es contínuo uno llega a desear algo de rutina de vez en cuando.

Igual que en lo más crudo del invierno echas de menos un poco (yo mucho) del verano y casi ni te crees que hubo y habrá un tiempo del año en que puedes salir a la calle apenas tapando las vergüenzas. O no.

Intentamos engañar al hambre de consumo, de tiempo, de amigos, de diversión, de descanso y llegar a saltos al siguiente descanso. Y no nos quedan ganas de nada.

Pero por si acaso, hay que tener un plan. Y un plan B. Y si puede ser, uno C y uno D.

En mi plan, de nuevo este año están los mejores propósitos:

- Seguir educando a mis hijas
- No volvernos locos mi mujer ni yo
- Correr. Llegar a hacerlo regularmente sin permitir que me adelanten los caracoles asmáticos.
- Navegar. Hacer la bajada primaveral del Ebro.
- Ir en bici. El viajecito de los jubilaos por lo menos.
- Educar a la perra para que haga más caso
- Que las cuatro anteriores me sirvan para reducir tonelaje
- Tocar más y mejor el piano
- Volver a tocar regularmente la guitarra
- Actualizar más veces el blog
- Hacerlo todo dentro de rutinas sencillas y sin estresarme

Este año va a ser un año raro en lo político, en lo económico, en lo deportivo,
en lo laboral, ... la vida puede llegar a ser muy distinta cuando acabe. Y de nuevo, muchas cosas dependen de mí.

Confío en tener un poco de ayuda para conseguir algo de todo lo que me propongo y, si tengo críticas, que sean constructivas, no de esas que recuerdan a la escena de la ducha de Psicosis.

No me rindo.

A veces me hago el muerto.

Pero no me rindo.

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