Aivó, aivó

No. Silbando a trabajar no y corriendo a trabajar tampoco.

Corriendo en el trabajo. Parecido.

Ayer instauramos una nueva costumbre un par de compañeros y yo, y es que los viernes, en vez de ir a comer a casa, nos quedaremos a la hora de comer y daremos un par de vueltas al circuito anterior que han acondicionado al efecto.

Los viernes, que se puedan.

Un par, o lo que sea. A mí, de momento, no me conviene pasar de un par.

Acondicionado, si no llueve, en cuyo caso será un barrizal.

Mientras dure dura. La intención, ahora, es lo que cuenta.

Mis dos compañeros tienen un nivel mucho mayor que el mío pero llevamos un nivel que ayer puede mantener. Por encima del habitual mío pero posible para mi.

El circuito tiene 2,5 km y una pequeña, corta y repentina subida. Sombra y sol. Y hay más gente corriendo a esa hora.

Ayer corrimos a entre 6,15 y 7 minutos por kilómetro. Como normalmente no llevo GPS cuando voy a correr, es una novedad interesante llevar una radio que va informando de la distancia recorrida y el paso por kilómetro. Motiva. Mola.

Mis pulsaciones fueron por encima de mi media habitual pero conseguíamos mantener una conversación.

Carlos ni siquiera arrancó a sudar en las dos vueltas que dio con nosotros por lo cual dió otra para él a menos de 4,5 mpk (minutos por kilómetro).

Al acabar, algo de tensión en el cuadriceps femoral pero por lo demás bien.

No parece que hubiera consecuencias por hacer algo más de distancia en algo menos de tiempo a algo más de pulsaciones.

Hoy cambiaré kayak por bici, pero con kayakeros.

Un reencuentro corto para no pegarme una indigestión. Un par de horas de MTB, espero que sin complicaciones.

Seguiremos informando.